Consiste en el
registro sistemático de las emociones experimentadas y puede constituirse en
una excelente herramienta para desarrollar la conciencia emocional. Resulta
conveniente asumir esta estrategia con flexibilidad y creatividad, para aprovechar
las ventajas del registro sistemático de los acontecimientos pero sin
convertirlo en una camisa de fuerza, en algo sumamente reglado que le reste espontaneidad
y sentido.
Llevar un registro emocional debe ser, preferiblemente, una opción personal. Cada quién debe preguntarse si le gustaría hacerlo y cuál es su disposición para llevarlo a cabo. Algunos pueden preferir ir anotando de manera inmediata lo que les está emocionando, otros pueden escoger hacerlo al final del día. Cada quién debe descubrir qué le resulta más cómodo y útil.
Es importante
destacar que los registros deben hacerse de manera continua para que cumpla sus
propósitos e intentar describir las situaciones con los mayores detalles
posibles.
Recomendaciones
- ¿Cuáles sensaciones corporales acompañaban la emoción? Por
ejemplo: Tener tensión en el cuerpo, mandíbula, los puños; temblor, sentir
que sudas o tienes mucho calor, sentir frío, notar los latidos del
corazón; cosquilleo en el estómago, otras sensaciones ¿cuáles son?
- ¿Qué produjo la emoción o estado de ánimo? Describe la
situación. ¿Se debió a un suceso externo o interno?
- ¿Qué pensamientos vinieron a tu mente en el momento en que
estabas sintiendo esa emoción? ¿Cuáles son esos pensamientos? ¿Se refieren
al pasado, al futuro o al presente?
- ¿Qué acciones realizaste en el momento en que estabas sintiendo esa emoción específica? ¿Sentiste el deseo de hacer algo, o de expresar algo? Por ejemplo: Acercarte o alejarte, avanzar agresivamente, poner una determinada expresión facial.
Al cabo de un tiempo, un par de semanas o
de un mes, realiza una lectura del diario o registro emocional. Presta atención
a los siguientes puntos:
- ¿Qué emociones se repiten? ¿Cuál es la tendencia de tu estado
emocional?
- ¿Experimentas las mismas emociones una y otra vez por las
mismas causas?
- ¿Qué emociones no experimentas?
- ¿Presentas alguna dificultad para expresar determinadas
emociones?
- ¿Cuáles son las acciones que realizas ante determinadas emociones?
- ¿Cuáles son los pensamientos dominantes ante determinadas
emociones?
- ¿Qué reflexiones puedes hacer cuando miras tu comportamiento
emocional sin la emocionalidad del momento en que ocurrieron?
- ¿Cómo valoras tu control emocional?
A partir de la revisión realizada en el
punto anterior, valora la posibilidad de introducir algunos cambios que te
permitan manejar de manera más satisfactoria determinadas situaciones
emocionales que experimentas.
Publicado por Agustín Obispo Perea
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